Esta blog narra algunas historias de Nessie adulta. Para mí quedo un poco en el aire su vida después de amanecer. Espero que os guste. Es algo que hago en mis ratos libres cuando necesito salir de la rutina y del stres.

jueves, 4 de febrero de 2010

La Push

La semana pasó más deprisa de lo que me imaginaba, ya estaba completamente instalada y empezaba a trabajar a las ocho. No había visto más a Jacob, tampoco me había atrevido a salir después de ese día, me sentía observada y cada día permanecía encerrada en casa, pero ese día tenía que salir, empezaba mi trabajo y no quería llegar tarde. Cerré la puerta con llave y me subí al coche, era un día nublado y húmedo, estaba segura que ese día iba a llover. Antes de llegar a la clínica se me cruzó un Audi TT negro con los cristales oscuros, tuve que frenar de golpe para no empotrarme contra él. Maldije por lo bajo cuando del coche bajo un chico alto, de cabello oscuro. Se acercaba hacia mí y bajé para enfrentarlo. Iba vestido con unos jeans oscuros y una camiseta negra, encima llevaba una chaqueta de cuero. Tenía el rostro más hermoso que jamás había visto, sus ojos azules contrastaban con el color de su cabello, su nariz recta proporcionada con su sonrisa torcida. Su piel era más pálida que la mía, pero parecía perfecta.
-Disculpe señorita. –Tomó mi mano y la besó. El contacto de sus labios en mi piel me produjo un hormigueo en la zona.
-No pasa nada. –Me sorprendí de mi reacción, me había enfadado y ahora no lograba articular ni una palabra coherente. Sus ojos me penetraban.
-Soy Leonardo Ricci. –Ahora entendía su acento, era italiano.
-Lara Mathew.
-Nos vemos pronto bella.
Cuando dijo las palabras un escalofrío recorrió mi cuerpo. Se fue en su coche y yo me dirigí a la clínica.
El primer día de trabajo fue muy ameno. La semana me pasó de lo más rápida. El viernes mis compañeros de trabajo me invitaron a ir a la playa, no hacía mucho calor pero estaba soleado. Fuimos a la playa de la Push, Chris, Sophia, Daniel y yo. Chris y Sophia eran enfermeros y Daniel el conductor de la ambulancia. Estiramos las toallas y merendamos tranquilamente.
-Mirad quien viene, el hombre de mi vida…-Daniel era homosexual y no se avergonzaba ni se escondía. Era un chico maravilloso. Giré la cabeza para ver al hombre de su vida y vi como se acercaban los chicos de la Push, con sus descomunales cuerpos medio desnudos. Tragué saliba y el corazón comenzó a latirme violentamente, quería salirme del pecho. Se sentaron cerca de nosotros y Jacob no dejaba de observarnos. Me saqué la ropa y me quedé en mi minúsculo bikini rojo y negro. Noté como Chris se sonrojaba e invité a Sophia al agua. Me miró con dudas pero se quitó su vestido y me acompaño. Sophia era una chica muy sencilla, morena con el cabello rizado pero era bonita. La reté a una carrera, pero le daba vergüenza. Éramos el centro de atención de los chicos. Salpiqué a Sophia con el agua fría y se volvió atrás. Cuando quise darme cuenta unos brazos me alzaron al aire y me metieron dentro del mar.
-¡Qué fría nena!
Daniel y yo reímos a la vez y comenzamos salpicarnos. Jacob se había alzado y estaba en la orilla, por detrás se le acercó Leah y lo empujó, él la cogió en brazos y la metió en el agua. En ese instante una rabia enorme se apoderó de mí. Salí corriendo del agua y fui a mi toalla. Embry estaba hablando con Sophia pero no les presté atención.
-Tengo que irme. –le murmuré a Chris. Por suerte había cogido mi coche y Daniel el suyo.
Me fui con el coche hecha una furia. Estaba celosa de Leah. Me daba tanta rabia que no vi el coche de delante y topé con él. Bajé del coche aun más enfadada, si era posible estarlo, y vi al hermoso chico italiano.
-¿Estás bien?
-Si, bueno no.
-Tranquilízate bella. No pasa nada fue sólo un choque.
Me acarició la mejilla y todo mi enfado se esfumó. Sonreí tímidamente y él me devolvió una sonrisa torcida que me dejó sin aliento.
-Vamos te invito a un café.
Cogió mi mano y me arrastró hasta la cafetería de la esquina.


Jacob

Cogí mi coche y la seguí. Se había marchado de una forma muy extraña. Agitada, sentía como su corazón latía acelerado. No entendía muy bien lo que sentía por ella, pero me hacía actuar por impulsos. Cuando la vi en la playa con ese bikini, su hermoso cuerpo en el agua, no pude evitar acercarme hasta la orilla para poder verla mejor. Parecía una sirena de un cuento, pero Leah tuvo que venir a molestar.
Llegué al pueblo y la vi bajar de su coche hecha una furia, había golpeado al coche deportivo que iba delante. Cuando bajó el conductor, me llegó el olor de aquel tipo. Olía a vampiro, pero podía oir su corazón. Era como Nessie. Un cuchillo rasgó mi pecho pero no podía dejarla frente a un vampiro o semi-vampiro. Le acarició la cara el asqueroso chupasangre y ella se tranquilizó de inmediato. Debía poseer algún don extraño. Se la llevó de la mano hacia la cafetería. Después de estar un rato vigilando, salió y se fue a su casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario